Manifestaciones Culturales Venezolanas



En Venezuela el folklore lo vemos como comunicación o transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, hecha de padres a hijos al correr los tiempos y sucederse las generaciones y conservadas en un pueblo. De modo que, como afirma Liscano (2000) “nuestras tradiciones comienzan desde el momento en que ocurrió el proceso de la conquista y se encuentran con los primeros pobladores, la raza autóctona, después traen a la raza negra de África y comienzan las mezclas étnicas” (p.18). Por esta razón encontramos en muchas de las tradiciones y costumbres venezolanas esta amalgama extraordinaria, lo indígena, lo español y lo africano.
Al respecto, Vilda (2001) expresa que “el folklore venezolano es rico y variado, cada región posee rasgos distintivos que al igual que las características de la naturaleza en Venezuela, muestran una abundante variedad en cuanto a términos, instrumentos, platos, artesanía y música” (p.33). Por lo antes expuesto, se pueden describir algunas manifestaciones culturales venezolanas del abanico de opciones tales como:
El pueblo venezolano tiene muchas costumbres que la diferencia de otras naciones, por ejemplo: La música: la música llanera, la gaita, el joropo, el tamunangue. A su vez, es una de las expresiones culturales más variadas y con orígenes más diversos; su evolución no se ha detenido nunca, en Venezuela la música es motivo de alegría y diversión, entre sus géneros más importantes destacan: El joropo. El primer registro de su existencia data de 1749 y originalmente era llamado por el campesinado venezolano «fandango», por lo que estaba posiblemente emparentado con el fandango español. Es una música festiva que se ejecuta principalmente con arpa, cuatro y maracas. Su danza, caracterizada por pasos y figuras muy distintivas, es motivo de fiesta y constituye un baile alegre que invita a la participación popular. El joropo es ícono de la cultura venezolana. La gaita. Es la expresión de un conjunto de formas musicales, pertenecientes a diversas regiones, que se diferencian entre sí por la interpretación y los instrumentos con que se ejecutan.
Referente a las fiestas y danzas, se pude citar la de San Benito; los españoles lo trajeron junto con los demás Santos Católicos, pero pronto se convirtió en el patrón de los negros. Él fue negro como ellos. Ejemplo de dichas mezclas o sincretismos culturales son, digamos, la organización y los responsables de las ceremonias y de las sociedades de San Benito donde se asignan cargos de: Mayordomo, Primer Capitán, Capitán de Plaza, Capitán de Brigada y Mandadores. El tambor, la maraca, la pólvora, alegran las Danzas, las marchas y los Cantos y lo mismo hacen el color y los adornos de los uniformes un ejemplo de esa presencia de la cultura africana en las ceremonias y fiesta de San Benito es la banda de tambores, el llamado “chimbanquele” o “chimbangle” que se oye en Bobures, Estado Zulia. El día de San Benito, la imagen del Santo Negro suele ser adornada con los atavíos de sus devotos.
En el mismo orden de ideas, el Sebucán es una Diversión Pascual originaria de los indígenas que poblaban la zona Guayanesa. Después de la Conquista, como se conocía anteriormente y actualmente encuentro de dos mundos, recibió aportes españoles en la forma del baile, y  africanos en ritmo de la música. Del Oriente del país se extendió a casi todas las demás regiones, que comprende los estados Nueva Esparta, Sucre, Monagas, Anzoátegui. La denominación de “Sebucán” proviene del utensilio de mismo nombre que se usa para prensar y extraer el líquido venenoso de la yuca amarga en la preparación del casabe. Su relación con la Diversión radica en que el baile se tejen cintas con la misma técnicas con que se entretejen las fibras para trenzar el Sebucán. Consiste en tejer y destejer doce cintas de colores que dependen de la parte superior de un mástil de madera. Cada uno de los bailadores y bailadoras sostiene la punta de una cinta y avanza alrededor del palo para trenzarlas y después destrenzarlas. En su ejecución los componentes, hombres y mujeres, pasan por el lado derecho del bailarín que tienen al frente y, luego, por el lado izquierdo del siguiente, y de esa manera las cintas se van entrelazando o imitación del tejido básico del Sebucán.
También uno de los más famosos, es el conocido Diablos Danzantes de Yare. Se trata de una de las tradiciones autóctonas que se han mantenido a lo largo de los años. La alegría, originalidad y la sencillez espiritual del pueblo venezolano se reflejan en una de las más imaginativas y coloridas fiestas folklóricas del país; los Diablos Danzantes de Yare, una tradición que se niega a morir en el olvido. Esta celebración se realiza en la población de San Francisco de Yare, en el Estado Miranda, y en otros lugares del Estado Vargas, y otros estados de Venezuela, el día de Corpus Christi; una festividad de la religión católico que se llevan a cabo todos los años en los meses de marzo o abril. Los festejos de los Diablos de Yare se iniciaron hace muchos años. Su origen se remonta a los tiempos de la colonia cuando las personas religiosas pagaban sus promesas mediante Danzas, que combinaban con los actos litúrgicos y profanos delante del Templo de la ciudad, construido a finales del siglo XVII. Para la Danza se utiliza máscaras, maracas, mandador, rosario, trajes rojos y alpargatas. Al finalizar la ceremonia religiosa, empiezan a redoblar los tambores, cascabelean las maracas y, al son de la música los personajes satánicas inician una furiosa Danza, bajo el hermoso marco de los Fuegos Artificiales.
En lo referente a lo religioso, se encuentra el Velorio de Cruz de Mayo. Reconocido como las expresiones de corte religioso y de gran contenido agrario que se realizan en casi todo el Territorio Nacional durante el mes de Mayo. Según nos relata la Iglesia, este descubrimiento lo hizo Santa Elena, madre del Emperador Constantino I, en el año 326 de nuestra era. La celebración del Velorio, tiene como motivo principal rendir homenaje a la naturaleza por todo el mes de Mayo. Un ejemplo; típico es la región apureña, donde se vistió la cruz con flores de palma y flores naturales. Se le prenden velas, se le canta y se le baila, también se comparte comidas típicas como; carne asada, yuca, dulce de lechosa, hasta se invita a personalidades de la canta criolla para que acompañen a todos y le cante a la Cruz.
Evidentemente se puede apreciar, la  diversidad folklórica que caracteriza al venezolano en todos los lugares que componen la extensa geografía nacional, evidenciando las manifestaciones  propias de cada región tanto en: su música, juegos, bailes, gastronomía, mitos, leyendas, lenguaje, entre otros. Por tal razón es necesario enfatizar,  la importancia que tiene, el desarrollo de las actividades socioculturales en nuestro país, a fin, de promocionar, difundir, desarrollar y consolidar  los conocimientos populares que forman parte de los valores del acervo cultural de la nación.

Referencia.

Liscano, J. (2000). Folklore y Cultura. Caracas. Editorial Ávila Gráfica, S.A.
Vilda, C. (2001). Proceso de la cultura en Venezuela. Caracas: Universidad Católica. Autor.
Tovar, A (2011). Programa de extensión sociocultural en la UPEL-IMPM Extensión ……..Académica   ..........Apure. Trabajo  no Publicado Universidad Pedagógica Experimental ……..Libertador.