Qué es ser Docente.

A lo largo de la historia el conocimiento ha jugado un elemento vital en cuanto al dominio y control de los pueblos y grupos sociales, debido a que éste permite tener una apreciación racional y epistémica de los diferentes procesos que se desarrollan en los ámbitos: social, filosófico, científico entre otros. Es aquí, donde surge la necesidad de transferir, producir y aplicar los saberes o conocimientos científicos que profundizarán cambios vertiginosos en los diferentes contextos o estratos sociales, orientados a formar de manera integral a los ciudadanos y ciudadanas en general.

En tal sentido, la sociedad cuenta con la educación como herramienta transformadora, encargada de propiciar las condiciones inherentes a la instrucción, mediante el uso de la didáctica como arte de enseñar de manera científica- pedagógica, a través de estrategias, técnicas y métodos; enmarcados en las diferentes teorías pedagógicas o de aprendizaje.

Todo lo antes expuesto permite visualizar, que los encargados que ejercer la praxis docente deben poseer un alto perfil académico-humanista, que transcienda más allá a la obtención de un pergamino o certificado que lo acredite para cumplir la docencia. En tal sentido, quiero felicitar a todos mis estudiantes, amigos, familiares y compañeros; que durante cada día se esmeran por ser mejores docentes y llevar en alto el sagrado rol de ser Maestro.

Recordándoles, que el día del maestro no es sólo el 15 de enero de cada año, que cada vez que nos esforzamos para: innovar, investigar, crear, orientar y acompañar el proceso de enseñanza aprendizaje de nuestros educandos, es el verdadero momento del genuino maestro. Para finalizar, quiero compartir con ustedes el escrito de una excelente maestra venezolana Profesora María del Rosario Jaime, realizado el 15 de enero de 2012; referente: Qué es ser Maestro.

“Hoy es un día para enaltecer la labor de quienes construyen su vida en aras de ofrecer al otro un pilar y reflexionar que vale la pena creer en la educación como la única vía para que el ser humano tenga futuro. A quienes sin título en la mano los llama la vocación para transmitir sus saberes con entusiasmo. A quienes su sonrisa diaria está por encima de las vicisitudes que estén ocurriendo en su vida. A quienes no tenían otra opción de estudios pero se enamoraron en el camino de la profesión y se entregan con entereza a formarse cada día más. A quienes hacen de la lectura su fortaleza, la fomentan y comparten porque reconocen su valor para la tarea que realizan. A quienes les importa el niño, joven o adulto a quien van a enseñar por encima de las condiciones laborales o interpersonales que se den en su sitio de trabajo. A quienes reflexionan sobre su práctica diaria reconocen sus errores, rectifican y saben que su proceso de aprendizaje aún no ha terminado. A quienes valoran su espacio de aula como el más idóneo, disfrutan la experiencia de enseñar y aprender, mientras guardan las anécdotas, recogen evidencias, registran y analizan para dar respuestas e investigar para seguir creciendo. A quienes la desobediencia los lleva a mirar con lupa las imposiciones provocadas por patrones rígidos, modas o caprichos gerenciales y saben salir airosos con mejores propuestas. A quienes se sienten reflejados en alguna de estas condiciones. ¡FELIZ DIA DEL EDUCADOR!”.

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